Consejos para principiantes en el universo del Bondage y el BDSM
No permitas que las fantásticas representaciones de "50 sombras de Grey" te alejen de la realidad del BDSM. Este mundo va más allá de la seducción cinematográfica y se basa en fundamentos que no se limitan a látigos y disfraces.
BDSM: Más que Accesorios
Las siglas BDSM hacen referencia a Esclavitud, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Aunque muchas personas relacionan inmediatamente la práctica con accesorios como cadenas, cuerdas y ropa fetiche, existe un abanico más amplio de posibilidades que abarcan variados escenarios y dinámicas de poder.
Si has experimentado mordiscos o tirones de pelo durante las relaciones sexuales, es posible que ya hayas vislumbrado territorio BDSM. Sin embargo, para aventurarse más profundamente en esta dirección es necesario comprender la dinámica del consentimiento y la confianza.
Consentimiento y Confianza: Pilares Fundamentales
En el centro del BDSM se encuentra un fuerte vínculo de confianza mutua, establecido a través de una comunicación clara y límites bien definidos. Las "palabras de seguridad" son herramientas esenciales para garantizar que todos los actos realizados se produzcan dentro de parámetros seguros y consensuados.
La sumisión no es sinónimo de pérdida de control
A diferencia de lo que muchos pueden pensar al ver "50 sombras de Grey", la sumisión en el contexto del BDSM no implica falta de poder o control. En realidad, el sumiso tiene un grado significativo de control sobre la escena y elige entregarse temporalmente dentro de los límites de su consentimiento.
Respeto en las relaciones de dominación y sumisión
Contrariamente al estereotipo de las relaciones unilaterales, las interacciones entre dominantes y sumisos deben estar marcadas por el respeto y el cuidado. El dolor y el placer se administran según términos establecidos y acordados de antemano.
La comunidad BDSM no es depravada
Los practicantes de BDSM no son depravados ni necesariamente tienen historias traumáticas. Muchos son profesionales respetados y llevan la vida cotidiana como cualquier otra persona, encontrando en el BDSM una forma de expresión y liberación personal.
Progreso gradual en el BDSM
Entrar en el mundo del BDSM no requiere un salto inmediato a prácticas avanzadas o equipos complejos. Empezar con gestos más suaves, como ligeras bofetadas o jugar con las texturas y temperaturas, puede ser una buena forma de empezar. Es importante explorar a tu propio ritmo y según tu curiosidad y comodidad.
BDSM no excluye otras formas de sexualidad, como el sexo "vainilla", siendo otra faceta más en una variedad de expresiones sexuales que las personas pueden desear explorar.
Por lo tanto, a la hora de plantearte el BDSM, acércate a él con una mente abierta, comunicativa y siempre respetando los límites y consensos establecidos. La clave es una exploración conjunta en la que el placer sea un viaje compartido, con seguridad y confianza.